El migrante salvadoreño Kilmar Ábrego García, quien fue expulsado de Estados Unidos (EE.UU.) a pesar de tener un estatus legal en ese país, fue trasladado a otra cárcel en El Salvador después de haber pasado varias semanas detenido en la prisión de máxima seguridad conocida como Cecot (Centro de Confinamiento del Terrorismo).

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Así lo detalló el senador estadounidense Chris Van Hollen, quien viajó esta semana a El Salvador para pedir al Gobierno de Nayib Bukele que libere a Ábrego García, residente hace más de una década en Maryland, el estado que representa el legislador.

Van Hollen logró reunirse con Ábrego García el jueves en San Salvador y dio este viernes una conferencia de prensa donde relató detalles de su conversación y acusó al Gobierno del presidente Donald Trump de estar mintiendo sobre el caso del salvadoreño y violando la Constitución.  

El senador informó que Ábrego García fue trasladado hace “nueve días” a otra cárcel en Santa Ana, al oeste del país, pero que sigue sin poder comunicarse con el exterior y está «traumatizado» tras su experiencia en la megacárcel, notoria por las denuncias de abusos a los derechos humanos. 

“(Ábrego García) se siente muy triste de estar detenido, porque no ha cometido ningún crimen”, relató Van Hollen y añadió que las autoridades de El Salvador no han proporcionado al inmigrante de 29 años una razón por la cual está detenido.

El vicepresidente de El Salvador, Félix Ulloa, con quien también se encontró Van Hollen, informó al legislador que Ábrego García se encontraba en prisión debido a que Trump “está pagando” para mantenerlo encarcelado.

“Este caso no es solo sobre un hombre (…) sino sobre la protección de las libertades fundamentales y la Constitución”, señaló Van Hollen.   

Ábrego García, con residencia en Maryland, abandonó El Salvador debido a las amenazas y extorsiones que él y su familia sufrieron de la pandilla Barrio 18, según documentos judiciales entregados por su defensa.   

El Gobierno de Trump ha iniciado una campaña en los medios para vincularlo con la pandilla MS-13, pese a que no posee historial criminal en Estados Unidos.

El salvadoreño Ábrego García es uno de los más de 200 migrantes —principalmente venezolanos— que fueron expulsados de Estados Unidos y trasladados al Cecot sin la posibilidad de recurrir sus casos ante un tribunal, situación que grupos defensores de los derechos humanos han descrito como «desaparición forzada».

El Tribunal Supremo de Estados Unidos emitió la semana anterior una sentencia que valida la orden de un tribunal de menor instancia en Maryland que insta al Gobierno a «facilitar» el regreso del salvadoreño, sin embargo, tanto EE.UU. como El Salvador han rechazado poseer la autoridad para hacerlo.

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